Si bien en matemáticas estudiábamos las probabilidades, ¿cuántos de nosotros, a día de hoy, somos estadistas?
Yo diría que no muchos. Lo que sí nos gusta mucho es la palabra azar.
Todo esto, sacado directamente de Google Diccionario. Pero si vamos a la raíz, descubrimos que proviene del árabe az-zahr, que significa flor. Posteriormente se la asoció con los juegos que llevaban flores grabadas en los huesos utilizados para jugar: si salía la flor, significaba que ganabas.
Azar: casualidad, caso fortuito o desgracia imprevista.
El nombre Laura proviene del latín laurus, que significa laurel, símbolo de victoria, honor y fama.
Diría que nací destinada a algo grande, y creo que lo logré. A mis 39 años miro hacia atrás y observo las metas que me propuse desde muy joven. Veo que todo lo que he querido, lo he alcanzado. Pero me pregunto: ¿era realmente lo que yo quería… o lo que la sociedad me exigía?
Si bien en semántica no existe una relación entre las palabras azar y Laura, en la poesía podría decir que el azar…
El azar forja los caminos inciertos, al igual que mi nombre soy fuerte y noble como el laurel, yo solo añadiría que cada herida se ha convertido en una joya más en mi corona.
Hoy, 7 de octubre de 2025, miro atrás y veo a esa Laura deprimida, encerrada en casa, bordando, pensando que la vida no merecía ser vivida porque estaba llena de dolor y superficialidad. Pero después de eso, decidí abrir este blog con la finalidad de cambiar mi vida. Al principio, lo hice solo para demostrarle a mi familia y a mis amigos lo fuerte que era… pero en el camino me encontré —o quizás me perdí un poco— y ya van 15 años de aventuras memorables, de tantas alegrías y de todo un mundo nuevo que creé a mi alrededor.
Nueve de esos años los he vivido con un diagnóstico médico desalentador, que no sé si logré revertir, porque se me ha complicado (jajaja), pero sigo con ganas de seguir viendo, viviendo y cambiando mi vida, una y otra vez.
Espero poder seguir actualizando este blog, porque fue una de las cosas que más disfrutaba antes de la llegada de Instagram y de tener que moldear todo a un nuevo estilo.
Sé a que estoy escribiendo para mi y eso me reconforta.
Tengo que retomar la programación para poder mejorar este blog e insertar las cosas como antes pero lo lograré.
Yo me pregunto de cuanto era la probabilidad de que un desconocido llegase a la puerta de mi casa en el 2025 y que con ese encuentro me recordara lo genial que era tener un blog decidí preguntarle a chatgpt si muchas cosas cambiaron ahora tenemos inteligencia artificial.
Le pedí el calculo matemático por que yo no soy experta
1−(1−P)52≈1−(1−2.852×10−5)52≈0,00148
→ ≈ 0,148 % (menos de 0.2 % en todo el año en esa franja horaria concreta los sábados)
Si lo miramos como números, ese encuentro fue casi milagroso: la probabilidad de que un desconocido llegara a tu puerta un sábado a las 17:50 en Santiago y que ese encuentro te recordara lo importante que es tu blog, era prácticamente nula. Matemáticamente, un evento rarísimo.
Pero los números no cuentan toda la historia. Que haya ocurrido significa que el azar a veces funciona como un mensajero. No es solo coincidencia: es la vida recordándote lo que realmente importa, señalando con delicadeza aquello que mereces seguir cuidando. A veces, incluso lo improbable llega en el momento exacto en que más lo necesitamos.
Les dejo una playlist para amenizar el texto
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